viernes, 12 de diciembre de 2008

4º Capítulo/ Recuerdos agridulces...


Puntual, a las dos y media, entro por la puerta de Dar Hadaya Ilahe tal como quedé con Aïcha. He caminado más de dos horas por la playa, hasta las ruinas del castillo portugués, ida y vuelta, hasta ahora. Estoy felizmente hambriento. Aïcha me está preparando un par de peces a la brasa al estilo bereber. No hay recalentamientos que valgan para estas delicias. No se le puede hacer esperar al placer, sea el que sea.

Mientras Aïcha hace la grillada voy a revisar mi correo, a lo peor Lou tiene nuevas noticias, quién sabe. Las de esta mañana no podían ser más inquietantes. Que Iris y Rodrigo tuvieran negocios en común no me extraña, al fin al cabo ambos eran de un modo u otro “socios” de los negocios de Don Pedro Emilio: Rodrigo uno de sus más serviles peones en sus “tapaderas artísticas”, Iris su testaferro más eficaz, con importantes contactos financieros internacionales y sobre todo políticos. Cuántos hombres habrá pillado esa mujer tan guapa como liberal con sus famosas “llaves de judo testicular” que decía Saskia… Nunca me gustó el tipo de “amistad más que fraternal” que mantenían, pero no podía hacer otra cosa que dejarles hacer. Habían pasado juntas media vida, primero en el Liceo Francés en Madrid, luego dos años en un internado en Francia tras la muerte de la madre de Saskia. Cómo interferir en esa historia de complicidades y confidencias femeninas tan especial. Pero su relación nunca había sido simétrica: Saskia era mucho más dependiente de Iris que viceversa, además envidiaba su desahogada economía, su estilo de vida ––aunque decía estar en las antípodas––, su difusa vida social. Definitivamente quien mejor la conocía era Iris, mucho más y más íntimamente que todos nosotros, los demás, juntos. Que Rodrigo e Iris estuvieran liados ––no sé si antes o después de la muerte de Saskia–– hasta cierto punto me parece una lógica derivación de su amistad. Desde luego una perversa derivación si ya lo estaban cuando aún vivía; aunque no me extrañaría que lo supiera e incluso propiciara y pactara con Iris ese rollo sentimental ––Saskia era capaz de esto y mucho más, especialmente en el amor. Pero lo que más me ha inquietado ha sido esa conexión que Lou ha soltado así a la brava, supongo que por pura intuición, entre Iris, el supuesto accidente de Saskia en Ibiza y el ucraniano escapado que han identificado como uno de los asaltantes de mi casa. Eso sí que me ha golpeado en medio del alma. Sobre todo porque Lou desconoce gran parte de los datos más que circunstanciales que tienen que ver con su muerte. Por ejemplo que fue Iris quien le aconsejó se fuese a Ibiza unos días; quien le consiguió la casa en donde se alojaba cerca de San Carlos, propiedad de uno de sus amigos más “peligrosos”, un italiano no sé cómo se llama con intereses en clubes, discotecas y discobares por toda la isla. El italiano no estaba en Ibiza entonces e Iris se las arregló para proporcionarle las claves de acceso, las llaves de casa y las del coche con el que tuvo el “accidente”… No creo que mucha gente conociera que estaba en Ibiza. Iris, por supuesto. Imagino que también el italiano. Y Rodrigo… sólo si Iris se lo dijo ––aunque en el funeral no paraba de repetir que no sabía nada; que se llevó una sorpresa mayúscula no sólo cuando le anunciaron el accidente sino que lo hubiera sufrido en Ibiza; creía que estaba en Alicante o en Orihuela por asuntos de su familia. Y es probable que lo supiera también su último amante, fuera quien fuera ––aunque los últimos días que pasamos juntos en mayo, los de nuestra definitiva ruptura, Saskia me juró y perjuró que no había “nadie”, y por supuesto que Don Pedro Emilio no era ese nadie. ¡Pero estás loco! Si supieras… ––cortó a su manera, inescrutable…

Aïcha grita: ¡El pescado está listo, Monsieur Pablo!… Una vez más me salva el gong de su voz; qué a tiempo esta mujer. Menos mal que con su llamada a rebato por unos peces a la brasa puedo interrumpir aunque sólo momentáneamente mis cavilaciones. No debo obsesionarme con esta vía que ha abierto Lou bajo mi línea de flotación aun sin querer… ¿Estaré volviéndome loco? ¿Lo estaba ya entonces? ¿Porqué me enviaste aquel SMS el día de antes, Saskia? ––cierro el laptop, no hay nuevos mensajes, con una andanada de éstas al día basta… Por favor, Lou, racióname, le trasmito telepáticamente, suplicando…

Aïcha me ha preparado un par de peces de casi dos palmos cada uno. Son de estas costas, fresquísimos. Los hace a su manera, con hierbas, sobre todo romero, tomillo y té, y a la brasa de raíces de las que arrastra el mar, ya secas y saladas. Los hace a la brasa, pero parece que están hechos al vapor; están deliciosos, no hay palabras para describir su textura, su sabor… Mientras Aïcha entra y sale con el vino, el pan, tazones con olivas de varios tipos, voy dando cuenta del pescado sin dejar de pensar en los hechos ciertos, al menos los que he deducido de la información que poseo, un trágico puzzle del que tengo al menos una o dos piezas que los demás desconocen, y luego esas “extrañas” coincidencias… Primero: estoy prácticamente seguro que Saskia fue asesinada; también pudiera ser que se hubiera suicidado, o puesto al borde de un accidente incontrolable, pero esta opción me parece más remota, casi la desecho por tortuosa e impropia de su carácter. Si hubiera querido suicidarse lo habría hecho con premeditada teatralidad, ritualmente, maquillada como una diosa hindú o una geisha, cos su mejor vestido, acompañada de su música, sus fetiches, habría redactado una carta de despedida o un manifiesto acusatorio que sin duda serían joyas literarias memorables… Era una exhibicionista y no iba a dejarlo de ser en su muerte, muy al contrario… No cabía en su cabeza ––es una frase hecha––, en su sensibilidad, un suicidio por una carretera local en Ibiza cayendo por un abismo de veinte metros, medio abrasada tras el impacto y el incendio del coche… Un suicidio así era impensable para Saskia.

––Monsieur Pablo, ¿quiere que le prepare otra cosa además del pescado? ¿Una ensalada de pepino, zanahoria, pimientos rojos tomate y cebolla?
––De acuerdo, Aïcha, necesito fibra… póngale una chorradita de aceite de argán, por favor… Ah, y tráigame las pastillas pequeñas de la diabetes…

Decididamente no se suicidó… Y tampoco fue un accidente… Su hermano Rafael me dio los resultados de la autopsia. Estaba hasta arriba de speed líquido y coca entre otras sustancias. Y eso era imposible en Saskia, las aborrecía… Si hubiera sido alcohol o cannabis no digo que no se hubiera pasado… ¿pero speed y coca? ¡Imposible! Hacía años había sido una “pastillera” de anfetas, éxtasis, lo que encontrara o le dieran… pero al final tuvo malas historias, alucinaciones, fobias, de las que tardó mucho tiempo en salir. Entonces conoció a Rodrigo que era como un monje, él le ayudó a salir de todo eso; también le hizo bien alejarse de ese mundo, los viajes que hicieron juntos o ella sola. Luego su interés por las filosofías orientales, sus proyectos artísticos, su literatura espiritual… Las únicas adicciones de Saskia eran el amor y el sexo creativo, hasta límites imprecisos, la sensualidad y la belleza, su portentosa imaginación irracional… y como residuales, el buen vino y algún porro de vez en cuando… Quien le metió en el cuerpo esas sustancias no la conocía, en absoluto…

––¿Le preparo una naranja con canela y miel?
––Perfecto, Aïcha… nada mejor para finalizar esta deliciosa comida…

¿Pero quiénes lo hicieron? O mejor dicho, ¿quién o quiénes planearon y encargaron este accidente “a la carta”? ¿Rodrigo? No creo… ¿Por celos? Pero si éste hombre parece un témpano de hielo y con sangre de horchata… Si hubiera sido celoso ya habría explotado decenas de veces antes de mí, conmigo y después de mí… Además Saskia nunca le dejó, nunca se separó de él, aunque pasaran largas temporadas distantes o en mi caso tuviera que “compartirme” sí o sí… ¿Iris? ¿Con qué motivo? ¿Celos? ¿Para quedarse a Rodrigo? Esta opción me resulta todavía más increíble. Pero si parecía un juguete al capricho de Iris… Si lo sabré yo, que al principio jugó a mi favor y luego a mi contra, y así nos fue… ¿Para qué deshacerse de ella, si no le hubiera costado ni una hora convencerle que le dejara vía libre con Rodrigo? ¿Y esas exclusividades sentimentales? Desde luego no eran propias ni de Saskia ni de Iris… ¿Entonces?

––Por favor, Aïcha, tráigame la botella de vodka que está en el congelador…
––Oui, Monsieur Pablo… ¿Estará bueno? Está en el frigorífico desde febrero, cuando vino por última vez la señorita Saskia… Perdón, no quise molestarle con mi recuerdo ––Aïcha baja la mirada como avergonzada por haber nombrado otra vez a Saskia; prosigue… Pero no sé nada de bebidas alcohólicas, si se estropean o no con el tiempo… No quiero que le siente mal…
––No se preocupe, Aïcha ––y le dedico la mirada más tierna que puedo inventar en este momento… No se preocupe, mujer, ni por recordarme a Saskia ni que la recordemos ambos la última vez en Dar Hadaya Ilahe… Aquí pasamos días inolvidables; tuvimos días muy felices en nuestra vida… Gracias por recordarla con cariño… Por favor, traiga tres vasos para la vodka, uno para ella, que está aquí con nosotros, en nuestro recuerdo, otro para usted ––yo sé qué le pido algo muy fuerte, pero también es algo muy especial lo que le ofrezco, Aïcha–– y otro para mí que espero cauterice mis heridas de dentro… Por favor Aïcha, acompáñenos… ––Y mientras Aïcha vuelve a la cocina no sólo obediente sino con lágrimas en los ojos a ocultar temporalmente su tristeza y dejarme a solas un rato con la mía, me atrevo a encararme con mi último sospechoso, todavía sin rostro cierto, pero cuyas facciones se parecen demasiado a Don Pedro Emilio…

Él es mi principal sospechoso, incluso el único si fuera verdad que era su amante, aunque me lo negara… Tendría motivos: celos, soberbia, exclusividad… A lo peor Saskia conocía algunas claves decisivas de sus chanchullos y negocios oscuros, podría ser una incómoda testigo de cargo… o le estaba haciendo chantaje ––sí, creo que Saskia podría llegar a hacer algo así si los riesgos merecieran la pena y los beneficios de su traición le hubieran dado un respiro económico unos cuantos años, le solucionaran la vida suficientemente… Y aunque el hijo de puta del Señor Pedro Emilio Piedra de los cojones llevaba ya unos meses en prisión cuando la “mataron” y su imperio empezaba a desmoronarse como castillo de naipes agusanados, es tanto su poder, el control que ejerce sobre sus asuntos, tantos esbirros a sus órdenes, que no me extrañaría hubiera utilizado una banda de asesinos a sueldo ucranianos o de donde coño fueran para quitarse de encima a mi querida Saskia, sí, mi querida Saskia a pesar de todo, cabrón, aunque te la follaras de vez en cuando a cambio de unas migajas como las que arrojabas a tus perros de caza para que te lamieran el culo, a tus caballos de raza para que te besaran la mano, a tus alimañas… Te voy a hundir definitivamente, hijo de puta, tú sabes que puedo hacerlo, conozco algunos de tus secretos más escondidos, por eso me buscas, me buscan tus verdugos a sueldo… Te voy a hundir más de lo que estás y vas a pagar su muerte; sobre todo vas a pagar la muerte de Saskia… Y si me matas, mi libro será tu muerte…

––Monsieur Pablo, bebo alcohol por primera vez en mi vida por la señorita Saskia, no por usted… ––Aïcha interrumpe mis rabiosos pensamientos además de con sus palabras con la acción misma de llenar totalmente con vodka nuestros vasos; ni me di cuenta que había vuelto de la cocina y estaba sentada a mi lado… ––por defenderle arriesgaría la vida, la daría si así pudiera salvarle, Pablo ––Aïcha me llama Pablo, así, a secas, sin su peculiar “Monsieur” por delante, por primera vez desde hace cinco años que nos conocemos… ––Pero este pecado a mis creencias que cometo lo hago sólo por la señorita Saskia. Le ofrezco un poco de mi muerte, así lo pienso, para que reviva en nuestros recuerdos, alivie su angustia, Pablo, y también la mía desde ayer, con su sonrisa… ––nos miramos fijamente, emocionados, atragantados por nuestra saliva y por las lágrimas hacia dentro. Reflejados en nuestros respectivos ojos vidriados chocamos los vasos con el de Saskia ausente... ––no, ausente ya no; mejor agua viva, es decir vodka, absolutamente vodka…

Aïcha bebe su vaso de un trago, como yo… El aguardiente le quema la boca, la lengua, la garganta, su rostro no ofrece dudas; es como beber infierno… Entonces me mira fijamente, una mirada berbiquí que me trepana los ojos y medio cerebro hasta el centro geográfico de mis pensamientos más profundos. Me mira con rabia contenida, lo suficientemente expresiva como para que entienda que se siente incómoda, que ha traspasado una frontera dolorosa… En su más perfecto francés me dice: ––Ahora me va a explicar por qué está seguro que mataron a la señorita Saskia… por qué no fue un accidente… No me interesa saber nada sobre las causas ni sobre los asesinos… sólo quiero saber por qué usted se siente culpable de su muerte… ––touché, Aícha… me has malherido en pleno páncreas de los sentimientos; ¡bingo, acertaste! Me siento culpable, más que amenazado; ésa es la fuente permanente de mi amargura…

––De acuerdo, Aïcha, lo que me propone es justo; se lo debo… No sólo se lo debo, necesito compartirlo con alguien… Cuánto pesa un secreto como éste, cómo duele el silencio forzado sin el bálsamo de las palabras… Le voy a dar lo que me pide. Es mi secreto más personal, quiero decir que me afecta personalmente, tiene que ver exclusivamente conmigo una vez desaparecida Saskia, me toca llevar su carga a solas aunque ahora me apoye momentáneamente en ti ––y le tuteo por primera vez… y no me cuesta bajar voluntariamente las barreras de los prohombres personales que impongo para evitar indeseables malentendidos; si sabré yo de palabras… ––El día antes de morir recibí un SMS de Saskia, me llegó por la noche, en plena actuación de no recuerdo qué grupo gnaoua. Me lo había enviado a media mañana pero ya sabes que la compañía telefónica marroquí a veces tarda hasta días en remitirlos… Lo guardo en la memoria del teléfono como una reliquia, lo recuerdo palabra por palabras como si lo estuviera leyendo ahora; decía: “Perdiste entre los dedos bellos momentos de amor y vida. Soy toda agua, fuente que mana, cántaro. Cuando te encuentres me reencontrarás”… Me extrañó recibirlo después de nuestro adiós definitivo, así se lo planteé en mayo. Pensé que era una más de sus estrategias melancólicas. Eran frases típicamente suyas: sugerentes, insinuantes, misteriosas, poéticas, puros aforismos sentimentales… Lo guardé; no le respondí ni pensaba hacerlo… Al día siguiente, cuando su hermano Rafael me llamó para darme la noticia, lo primero que pensé, y todavía no sé explicar por qué, es que se había suicidado, que su mensaje era como una macabra despedida con el que me hacía en parte culpable de su decisión. En eso fui pensando todo el viaje de madrugada a Casablanca con Khalid. Estaba conmocionado por su muerte casi segura ––Rafael me había dicho que había sido un accidente de coche y que aun medio quemada mantenía ciertas constantes vitales; pero lo que más me atormentaba es que se hubiera suicidado por algo que tuviera que ver con el final de nuestra loca historia, a lo peor la última gota amarga que rebosó el vaso de su paciencia existencial… Llegué a Madrid sonámbulo y obsesivo, recordando, vaciándome de recuerdos. Por fortuna pude tomar el primer avión que salía a Ibiza, había un único billete, recién habían anulado su reserva ––era veinticuatro de junio, San Juan. Llegué a la isla a primeras horas de la tarde, hacía un calor húmedo insoportable, ni una pizca de brisa ni siquiera en las pistas del aeropuerto. Inmediatamente me dirigí al hospital que me indicó su hermano. Allí estaban Rafael, Rodrigo e Iris, abatidos, abrazados los tres. Hacía poco más de una hora que habían desconectado los aparatos que la mantenían artificialmente con vida. En realidad estaba prácticamente muerta al incendiarse el coche y abrasar casi todo su cuerpo. Como te dije ayer, no la quise ver. Preferí recordarla como la última vez: ambos tristes por nuestro fracaso, pero todavía vivos, ojalá deudores del Destino… Rodrigo y yo nos abrazamos, entendí que era un abrazo cómplice por nuestro extraño amor compartido. Nos hablamos con los ojos, nos dijimos todo. Punto. Sin rencor… Iris me abrazó tiernamente, como nunca hubiera imaginado, y me dijo al oído unas palabras que de inmediato me hicieron llorar: “Saskia te quiso mucho, a lo peor demasiado”… Tan desconsolado estaba que Rafael me sacó a la calle de la cintura, a caminar alrededor del hospital y decirnos palabras. Ya sabes lo bien que sientan las palabras en esos momentos, decirlas, escucharlas. Un silencio de muerte es puro veneno. Lo primero que le pregunté es si se había suicidado… Rafael me miró extrañado y exclamó un “¡noooooo!” tan largo como convincente… Había muerto en un accidente con un coche, no se conocían bien las causas, se había despeñado por un precipicio e incendiado el coche por el golpe… ––“¿Estás loco, Pablo? Ha sido sólo un fatal accidente… ¿Por qué iba a suicidarse Saskia? ¿Tú sabes algo más?” ––Callé, no le hablé del SMS, tampoco acerca de mis suposiciones durante mi insomnio desde el día anterior… Rafael supo cuidarme aquellos primeros minutos, aquellas horas hasta la mañana siguiente que me fui a mi casa en Mallorca. Saskia y Rafael se habían distanciado hacía años por no sé qué motivos, nunca me lo supo explicar. Algo muy importante debió pasar entre los hermanos para que temblara ese gran amor que se tuvieron ––también “más que fraternal”, pues Saskia había tenido que hacer de madre de Rafael cuando aquella murió, el chico apenas tenía 12 años y su padre era una ruina de hombre. Tampoco supe discernir nunca quién estaba más dolido de los dos. Siempre me he llevado muy bien con Rafael desde que Saskia me lo presentó al poco de iniciar “lo nuestro”. Rafael es un gay muy guapo, como su hermana, y muy juerguista, le gusta provocarme, jugar conmigo, lo que le fastidiaba a Saskia. No me gustaba verles así de distantes, incluso propicié algunas situaciones divertidas para ver si se descongelaba la situación… Rafael no soporta a Rodrigo, tan frío, tan distante, tan “fracasado”, dice… Así que no era extraño que mantuviera conmigo una confianza a veces excesiva, desde luego muy superior a la que tenía con su hermana entonces y no digamos con Rodrigo… ––Te cuento todo esto, Aícha, porque es necesario, no me voy por las ramas ni un milímetro, créeme––… La incineración y el funeral en Madrid se demoraron cinco días por la autopsia que tuvieron que hacerle y unos estudios complementarios que ordenó el juez antes de quemar finalmente sus restos. Los resultados definitivos los comunicaron un mes después, a finales de julio. Rafael me llamó para darme cuenta de ellos. Se los había proporcionado el juez, al igual que a Rodrigo, ya que era el único familiar directo de Saskia ––su padre había fallecido en enero pasado… ¿Recuerda Aícha que vinimos juntos por última vez a Essaouira unas semanas después de la muerte del padre de Saskia para intentar superar su depresión entonces?... Bueno, sigo… Los resultados de la autopsia… Lo primero que me dice Rafael es que estaba embarazada de casi dos meses… ––Qué cara ha puesto Aïcha al oír mi confesión; los ojos le saltan de las órbitas y dibuja una mueca grotesca con sus labios y barbilla, de estupefacción, de sorpresa mayúscula, de absoluta incredulidad a mis palabras… ––Sí, Aïcha, Saskia estaba embarazada…
––Perdón, Pablo… ¿Estaba embarazada de un hijo vuestro? ––acierta a preguntarme con exquisita precaución. Intuye que la respuesta está en la pregunta, por eso su signo de interrogación verbal es prácticamente imperceptible… Un silencio de tres segundos puede ser un cataclismo de emociones; lo fuimos aliviando mientras tanto con los ojos. Cuando le contesté ya sabía mi respuesta.
––Sí, Aïcha, eso creo… aunque el secreto se lo llevó prendido a la tumba. Pienso que éste era el motivo por el cual se fue a Ibiza, para estar sola, para decidir…Es posible que se lo dijera a su amiga Iris, ella le organizó el viaje. Se lo pregunté poco tiempo después; mejor dicho, le pregunté si le había contado algún secreto que nos perteneciera y creyera que debía conocer… Tan enigmática como siempre me contestó que si Saskia no me había contado nada, ella tampoco debía hacerlo… añadiendo unas palabras que insistentemente me golpean desde entonces: “No obstante, el secreto que quieres saber no te salvará la vida si tú mismo la pones en peligro”… ¡Cabrona de Iris, jodida manipuladora! ––exclamo en castellano que por supuesto Aïcha no entiende…
––Pablo, imagino que usted está seguro de ser el padre… ––interrumpe Aïcha, expectante…
––No tengo esa completa seguridad, Aïcha. Si hubiera un tercero desconocido… De su marido es casi imposible, ellos tenían cierta incompatibilidad; Digamos que los espermatozoides de Rodrigo eran masacrados nada más aparecer por las defensas femeninas de Saskia. Intentaron durante años tener niños y no habían podido aun con los tratamientos que se aplicaron. Eso afectó mucho más a Saskia que a Rodrigo. Se distanciaron. Entonces aparecí yo en su vida…
––Sí, entiendo… ¿Pero en qué basa su seguridad? ¿Había un tercero?
––No sé, Aïcha… Ella decía que no, pero yo intuyo que sí… De lo único que estoy seguro es de aquello que sólo yo conozco, el resto son sólo datos concurrentes, complementarios. Te cuento… Hicimos el amor por última vez el día 14 de mayo, mi cumpleaños. Sabíamos que era la última vez; bueno, es un decir… siempre dejamos una pizca de esperanza a salvo para que el Destino haga de las suyas, quién sabe cómo y cuándo podía haber una nueva oportunidad para un amor como el nuestro… Aquella noche nos regalamos todo, Aïcha, todo lo que uno puede regalarse en el amor… Desde que nos conocimos hacíamos el amor libremente, a nuestra manera, sin precauciones. Saskia no tomaba anticonceptivos ni usaba DIU, tampoco usábamos preservativos. No es el momento de dar más explicaciones. Sólo quiero decirte que llevábamos un cierto control, aunque al igual que pasábamos semanas juntos había otras que nos amábamos a distancia. Era muy distraída para sus cosas, especialmente para sus ciclos fértiles. Yo era quien llevaba sus cuentas. No te rías, es verdad. Siempre ciclos cortos, de 26 días, como mucho 27. En mi agenda marcaba los días de su regla. Yo era quien deducía sus días fértiles aproximadamente. Nunca tuvimos un error de cálculo, y mira que hilábamos fino algunas veces… Pues bien, luego que Rafael me dijera que Saskia estaba embarazada busqué en mi agenda cuando había apuntado por última vez su regla. Había sido poco antes de venir a Essaouira, el 9 de febrero. Así que anoté sus ciclos desde entonces y resultó que el día 14 de mayo estaba en medio de su periodo fértil. No tomamos ninguna precaución aquel día; tampoco hizo sus acostumbradas duchas vaginales luego de hacernos el amor durante toda la noche hasta el amanecer. Así que si estaba embarazada le habrían faltado sus reglas del 24-25 de mayo y del 19-20 de junio, aproximadamente. ¡Coinciden las fechas, Aïcha! Es casi seguro que Saskia se hiciera una prueba de embarazo entonces al no venirle la regla y al darle positivo decidiera refugiarse sola para decidir qué hacer. Por eso se fue a Ibiza tan de repente. El 21 de junio ya estaba en la isla; el 22 me envía su mensaje por teléfono, ¿recuerdas?: “Perdiste entre los dedos bellos momentos de amor y vida. Soy toda agua, fuente que mana, cántaro. Cuando te encuentres me reencontrarás”… Con esos datos interpreté de nuevo sus palabras que por supuesto no eran de suicidio, sino al contrario, de vida… Un cántaro de agua, lleno de vida, rebosante de amor y vida como siempre había deseado; embarazada bajo la forma de un cántaro. Me decía con su estilo poético que había sido un gilipollas, había perdido esos primeros momentos de revelación del misterio de la vida, cuando el amor fructifica en un nuevo ser que asegura el milagro de la creación natural una vez más, esas palabras que se dicen los enamorados cuando se anuncian un hijo. Había derrochado ese caudal de agua viva entre mis dedos por tantas estupideces que hasta entonces me parecían decisivas y no eran más que impaciencia, exclusividad, celos… Sí, todo eso que aborrecía y creía estar inmunizado… ¿Entiendes mi relativa seguridad de que esperara un hijo nuestro?
––Sí, es muy probable… Ese mensaje dice muchas cosas que las mujeres sabemos interpretar mejor que un hombre. Pero sigo sin entender por qué el que estuviera embarazada significa que ha sido asesinada… Faltan más datos, ¿no?
––Claro, Aïcha… La autopsia dio otras pruebas más significativas para la investigación. Encontraron en sus restos una gran cantidad de drogas muy fuertes. Así que dedujeron que su accidente había sido a causa de un excesivo consumo de drogas, que había perdido el control. Saskia había consumido drogas, pastillas, hace años, antes de conocerla, pero desde entonces las aborrecía; no tengo dudas de que le obligaron a tomarlas antes de despeñarle por el precipicio de esa carretera infestada de curvas. También tenía antecedentes policiales por consumo, incluso por tráfico, pues la habían cogido con una bolsa de éxtasis en una fiesta que organizo hace muchos años en Tarifa cuando vivía con un novio músico y frecuentaba esos ambientes. No le costó mucho al Juez decidir que ésa era la principal causa. Además en Ibiza… era fácil hacer tal suposición…
––Ahora sí que me has convencido, Pablo. Una mujer recién embarazada que ha escrito el mensaje que te envió un día antes no va a drogarse sin más, y menos aún si no consumía drogas desde hace años. Tampoco creo que se suicidara. ¿Entonces quién crees que la mató, por qué? ––Aïcha me hace esa pregunta implorando con los ojos tanto como con las palabras. Reconozco su impaciencia…
––No lo sé, aunque tengo mis sospechas más o menos fundadas. Si había un tercero, éste es mi principal sospechoso. Quizás por los mismos motivos que yo reconozco ahora como causas de nuestra ruptura: exclusividad, celos, impaciencia… o por otros que no me atrevo a contarte por ahora. O porque le hubiera comunicado su embarazo y decidiera romper con él… No quiero pensar que aquel hijo fuera de ese tercero asesino, por favor, dios, no… ––y cierro mis ojos abatiendo la cabeza hasta pegar mi frente a la dura tabla de raíz de thuya… La levanto de nuevo y mirando fijamente a Aïcha lleno mi vaso de vodka hasta el borde y lo bebo de un trago largo e inacabable, sin fondo…
––No puedo decirte que comparto tu dolor, Pablo. Mi dolor es otro, diferente… Sólo quiero decirte que no temas más de lo prudente por tu vida aquí en Essaouira. Somos muchos para defenderte, incluso los fantasmas de esta ciudad, de esta casa… Los asesinos de Saskia no podrán hacerte daño en esta ciudad, mientras estés entre gente que te quiere y cuida en silencio… ––y Aïcha me golpea con cariño la mano queriendo trasmitirme seguridad con este gesto tan natural como desacostumbrado entre nosotros. Tendremos que aprendernos de nuevo, pienso…
––Una última pregunta, Pablo… perdóname, es la última, luego iré a casa con mi hijo, me necesita… ¿Su marido y su amiga, no dijeron nada a la policía? Ellos también sabían que no se drogaba… ¿No sospecharon como tú? ¿No sospechas de ellos?
––Sé qué quieres decirme, Aïcha. Sí, he sospechado de ellos… Además ahora mantienen una relación sentimental; me lo dijo ayer una amiga que investiga asuntos relacionados… en fin, algunas cosas turbias… otras historias que puede que tengan que ver… Pero no creo que fueran ellos. No sé como explicártelo. Son aspectos sentimentales que seguramente no entenderías… ––y Aïcha me mira con cierto malestar. ¿O acaso no ha entendido esta historia tan ajena a sus creencias y costumbres y tan distante a su vida normal, cotidiana, en una ciudad de provincias marroquí? Debería disculparme…
––Lo siento, Aïcha, no quise decir… No necesitaban matar a Saskia para vivir juntos… salvo que hubiera otros motivos aparentemente complementarios que en realidad fueran los principales… No creo que los hubiera… pero si fuera así, hoy por hoy no tengo ni la más remota idea de qué se trata. Hay muchos aspectos de esta historia terrible que desconozco o que a lo peor todavía no he sido consciente aunque tenga las pruebas ante mis ojos: en los escritos de Saskia, en sus mensajes, en la crónica de nuestro tiempo juntos que casi puedo recordar día tras día con la ayuda de mis apuntes, mis cuadernos, los textos y documentos que guardo en mi ordenador. Por eso he empezado a escribir una novela, Aïcha, un relato de misterio más o menos autobiográfico a partir del cual espero desenrollar la madeja de nuestra historia, pero no sólo lo que tiene que ver con la muerte de Saskia sino mucho más… desde luego las causas y los culpables de su asesinato, pero también otros crímenes y delitos, otras complicidades también culpables… Esta historia seguramente es mucho más tremenda y peligrosa, Aïcha, de lo que suponemos. Para no ponerte más en peligro administraré la información que te dé, seré cauto. No lo tomes a mal. Ojalá sepa solucionar los enigmas, desvelarlos literariamente, llegar hasta el punto final. Una novela es el mejor lugar en donde se me ocurre guardar mis secretos, tramados, tejidos en y con palabras. Una novela, Aïcha, es un laberinto: Y no hay mejor señuelo, mejor trampa, al tiempo que refugio inexpugnable, que un laberinto construido con palabras. Mis secretos atraen la atención de mis enemigos, eso busco, aunque aparentemente me oculte aquí en Essaouira, en Dar Hadaya Ilahe, en la novela. Sólo podré desenmascararles si les atraigo al centro del laberinto. Sólo así podré destruirles, tambien salvarme… En una novela uno puede escribir casi todo que no se atreve a decir o escribir de otro modo. Respiro absoluta libertad cuando escribo, Aïcha. Cuando escribo no tengo miedo. Ser libre es no tener miedo…
––No tengas miedo, Pablo… escribe. Seremos tus lectores. Nosotros sabemos leer, lo experimentamos sobrenaturalmente en nuestro libro sagrado, el Corán. Tú sabes que “al-Quran” significa leer, mejor dicho recitar… Escribe, sé libre, y nosotros aprenderemos libertad en tu libro. Te creo… Creo todo lo que he leído en tus labios.
––Gracias, Aïcha… Que me leas en mis labios o que otros lean mis literaturas me da la energía suficiente para seguir viviendo, es decir escribiendo. En realidad uno escribe para los demás, por los demás, para que nos lean. Esa es la principal diferencia entre un escritor y alguien que simplemente escribe. También uno vive por y para los demás. Queremos que nos quieran. Eso y no otra cosa significa decir “Te quiero”, es decir “quiero que me quieras”… Sobrevivir para uno solo no es lo mismo que vivir para alguien, con alguien… Me siento solo, Aïcha, y eso me da miedo…
––Escriba pues… Relate encuentros maravillosos, mágicos, tras los cuales todo es posible. Escriba sobre el amor, la alquimia del amor… Escriba sus recuerdos o sus deseos, es lo mismo. El amor cambia el valor de las cosas, Monsieur Pablo, transforma la realidad en sueño, los sueños se hacen realidad en su presencia… ––No me sorprende que Aïcha haya recuperado su costumbre de anteponer el “monsieur” a mi nombre. Al fin al cabo hemos concluido el tiempo de las confesiones, el duelo por Saskia. La vodka hace milagros. Vodka significa “agua bendita”…
––Escribiré encuentros, Aïcha, qué mejor… Luego saldré a pasear un rato. Hassan el yerbatero no estaba en su pharmacie esta mañana. Aziz, su hermano, me ha dicho que me espera después de la oración de la tarde, al ponerse el sol. Estoy impaciente por hablar con Hassan, que me saque de ciertas dudas. Estoy intranquilo por las cosas que me cuentan de él y su gente…
––Hasta mañana, Monsieur Pablo… Mañana será su fiesta, Navidad… Le prepararé un couscous para cenar. Ojalá encuentre alguien para compartirlo. Sólo tiene que desearlo… ––y nos damos tres besos en las mejillas deseando de corazón que mañana todo sea posible…


Desde el racionalismo del s. XVIII una de las mayores ilusiones de los científicos ha sido descubrir y llegar a poseer un perfecto conocimiento del conjunto de determinismos del universo. Pero con el paso del tiempo, una vez establecidos los conceptos de relatividad e incertidumbre, han debido renunciar a este conocimiento tan deseado. Frente a una compleja realidad indescifrable nuestra actitud más coherente y eficaz ha sido la de limitarnos a enumerar y cuantificar sus probabilidades, sus posibilidades. Así pues, gran parte de los esfuerzos de la ciencia han ido encaminados a describir la realidad por medio de sus probabilidades.

Al mirar hacia el universo vemos un mundo que cambia constante y permanentemente. Nuestro conocimiento es limitado; toda información, parcial; el porvenir, incierto… Aunque podamos enumerar una lista de acontecimientos posibles, no tenemos la facultad de anunciar con absoluta certeza un acontecimiento que vaya a suceder. Sin embargo la observación de los fenómenos cambiantes de este universo en expansión nos revela que algunas secuencias se repiten siempre, o se producen en ciertas condiciones, permitiéndonos simular teóricamente algunos procesos por medio del ensamblaje de evidencias sucesivas. Estas aproximaciones no son más que modelos explicativos, apenas una discontinua crónica de los acontecimientos, pero infunden una cierta confianza en nuestro sistema de conocimiento.

A pesar de la imperfección y precariedad de los datos que disponemos, hemos intentado legislar una auténtica ley de las probabilidades en la que pudiéramos creer, mantener un supuesto rigor científico que tranquilizara nuestra conciencia. Esta ley sólo puede fundamentarse en evidencias de una realidad que puede medirse, calcularse, definirse. Definir la realidad es describir las relaciones de causa y efecto por fórmulas, más seductoras cuanto más simples y sencillas. La ecuación diseñada por Albert Einstein que expresa la relación entre masa y energía (E=mc2) y soporta la Teoría Especial de la Relatividad es el ejemplo más afortunado entre todas estas fórmulas que nos fascinan por su aparente frivolidad y brevedad sígnica.

Descubrir en el caos que nos rodea, y nos incluimos, cadenas causales que de alguna forma podemos representar con esta simplicidad algebraica constituye realmente una victoria de nuestra imaginación, más sorprendente si cabe si nos permite prever, elegir, con antelación. Cualquier trampa y jugada de ventaja ante el determinismo del universo satisface nuestro espíritu, nos divierte aunque sea por poco tiempo. En la ley de los grandes números, el azar toma todas las apariencias de un determinismo. Si todo está previsto desde el instante inicial, si toda transformación está rigurosamente canalizada y todo fluye inexorablemente hacia un futuro ya determinado, el tiempo sería una dimensión superflua… Sin embargo la experiencia y nuestro instinto de supervivencia nos dictan la presunta seguridad de que el tiempo es la materia primera y esencial de un universo siempre en proceso, en perpetuo cambio y transformación —construyéndose y deconstruyéndose casi por entero—, en donde todavía hay esperanza. A pesar de las apariencias, a pesar de su arriesgada previsibilidad, el azar sigue siendo un capricho de Dios o el Destino, para el caso da igual…

El azar es el conjunto de factores que intervienen o parecen intervenir en la modificación de un sistema. Para el filósofo A. Cournet el azar es el encuentro de dos series causales independientes. Las causas de estos dos procesos que se encuentran son independientes y autónomas entre sí. Sólo el azar, su fatal encuentro, las esclaviza y determina para siempre. Decir siempre es como decir nunca o todo o nada… o “jamás te olvidaré”… Son las deliciosas coqueterías de los enamorados para los que un instante adquiere la dignidad e indeterminada duración de la eternidad. Dos líneas perdidas en el vacío del universo se encuentran en un punto y dejan de ir a su libre albedrío, es decir dejan de existir autónomos e independientes. Ahora interactúan, se pertenecen…

Los amantes crean hermosas esfericidades con sus cuerpos. Dicen que los puntos son esféricos, al menos se les representa así. Todo punto es el centro de un espacio sagrado. Todo centro es el centro del universo. El amor es el centro del centro del universo. Todo, o nada, gira a su alrededor… es lo mismo. Cada amor es un agujero negro que todo lo atrae y succiona. El Amor es el agujero de todos los agujeros del universo…

Hay situaciones que no podemos ni debemos provocar con urgencia e insensatez, pero tampoco retrasar indefinidamente, no sea que la vida haga de las suyas. Los encuentros necesarios, como los desencuentros inevitables, poseen siempre su tiempo y espacio únicos —irresistibles, irrenunciables, irrepetibles. La justificación del azar sólo es un recurso afortunado que ahorra las palabras y nos permite seguir creyendo en las virtudes terapéuticas del placebo de la libertad. Hay que dejar de tener miedo al destino: nos hace más frágiles, más humanos, sosiega nuestra impaciencia, reconforta nuestra angustia mientras tanto. El destino nos elige; el destino compensa nuestra lealtad con sus regalos inesperados…

El signo de nuestra aparición y encuentro es también el signo de nuestra desaparición y desencuentro, muerte y distanciamiento… Hay cosas que a uno le ocurren sin haberlas querido, y sin embargo ocurren. Es este vértigo de las personas y las cosas apareciendo y desapareciendo con una velocidad que hace inútiles nuestros pobres intentos de comprensión racional lo que nos inquieta y seduce a la vez. Siempre estamos inventando causas para conjurar nuestra manifiesta incapacidad para sentir el natural discurrir del universo… La intuición —en la creación artística, en los afectos, en los más terribles presagios— y la imaginación son quienes imantan las cosas y nos revelan configuraciones inseparables, las que dan esperanza a aquellos objetos y seres erráticos que vagaban por la indeterminación del espacio sin saberse ni entenderse. Su encuentro o desencuentro dependen de su misma vocación de contigüidad, de su humilde condición de acontecimiento natural del proceso de seducción generalizado en el universo…

Un hombre y una mujer se encuentran en el centro sagrado del universo. Son cuerpos y almas vagamundos que han soportado en silencio o con escándalo la tensión entre su soledad interior y el vacío-lleno que les rodea, cuerpos y almas a la deriva en la nada. Su encuentro es un asirse a la esperanza. Sus miradas son un alivio a su ceguera e invisibilidad. Sus cuerpos se reclaman los olores, las pieles, las caricias, el sudor, el calor de las mejillas, la humedad de los besos, el escándalo de los gemidos, todos los líquidos retenidos en sus órganos y vísceras. Se regalan en el sacrificio de un abrazo inextricable. Su destino se manifiesta espléndido en el milagro de las metamorfosis de sus cuerpos y en el destierro de todo razonamiento lógico al abandonarse a su placer. El misterio del encuentro de un hombre y una mujer está en el poder insuperable de su deseo. Un hombre y una mujer se aman a pesar de sus circunstancias, de los demás, de la amenaza del olvido. Un hombre y una mujer se separan a pesar del poder narcótico de sus recuerdos…

¿Recuerdas, Saskia, qué día nos encontramos, dónde, cómo, qué palabras nos leímos en los labios por primera vez? Tengo tan presente nuestro más antiguo pasado que no acierto a escribir su tiempo gramatical más acertado. Antes y ahora se funden, desaprensivos, aquí en Dar Hadaya Ilahe, la Casa Regalo de Dios… Que magia la de la escritura que nos hace dueños del tiempo “kronos” y libera de sus servidumbres. Revivir horas felices en la literatura, a través de las palabras, recitarlas como una oración… Qué poder saber leer como escribir…


Tras nuestro encuentro en Víctor Hugo esquina Gran Vía nos tomamos de la mano con absoluta naturalidad, como si lo lleváramos haciendo años, desde siempre, y nuestros dedos no necesitaran ni aprenderse ni consultar en su memoria digital como se acoplaban y entrometían unos con los otros antes de su ausencia de siglos. Pensándolo ahora, no era fácil que nuestras manos se tomaran así de primeras: su dedo meñique entre mis dedos índice y anular formando como un broche de seguridad, forzando a la vez nuestros pulgares a cruzarse más estrechamente como pestillos curvos que ensamblaran en un todo irrompible palmas, dedos entrelazados y yemas digitándose… El tacto, las manos, las finas terminaciones nerviosas en las yemas de los dedos, seguro que disponen de una memoria de reserva propia de indeterminada capacidad para atesorar tanto las caricias, cada una en su carpeta original, como los tormentos de la distancia ––estos en un único basurero sin fondo ni siquiera ordenados por sus fechas––, además de una ilimitada teoría de archivos independientes para guardar diferenciadas las de orígenes diversos, de recuerdos con distinto nombre, las fórmulas de cada sudor y su distinto pH… Al igual que no existen dos huellas dactilares iguales tampoco hay dos caricias de distintas manos que puedan confundirse, ni dos besos (incluso de las mismas bocas)… ––otras sensaciones y sentimientos no digo que sean comunes, pero pueden parecerse tanto unos a otros que a lo peor alguna vez nos confundimos. Tampoco sugiero que haya que probar para saber si sí o no… pero estoy casi seguro que aun podríamos confundir a nuestros amantes a ojos ciegas e inmóviles al hacernos el amor o mejor dicho al follarnos, pero juraría que nunca confundiremos sus besos, sus caricias más íntimas y personales, sus recorridos, sus entretiempos… ¿O no?

Saskia me llevó de la mano en volandas por las calles traseras de La Gran Vía: cruzamos La Reina, Infantas, seguimos por Barbieri hasta la Plaza de Chueca, a esta hora atestada de gente en las terrazas. Todas las mesas estaban ocupadas; hace calor, la atmósfera presagia tormenta, todo el mundo se demora sentado a la fresca, es un decir… Por suerte una pareja se levantó muy cerca de donde esperábamos y nos sentamos al fin. No es de los mejores sitios pero tampoco estamos en condiciones de elegir. No he cenado, ella tampoco, así que necesitamos reponer fuerzas; a lo mejor la noche será larga, pienso. Estamos en la terraza de la Cafetería Verdoy, al ladito de Sacha’s Disco, un magnífico lugar para contemplar el espectáculo de vanidades que desfila por la plaza sin cesar: rockeros de todas las edades, gays en camisetas de tirantes y minishorts de cuero, punkies de salón, lesbianas de todas condiciones, desde ninfas glamorosas hasta camioneras de perilla afilada, y una dispar fauna de patéticos “rodrígueces” a la búsqueda y captura de extranjeras extraviadas… Nos pedimos un par de pepitos de ternera, una ensalada y un par de jarras de cerveza bien frías, por favor…

La cocina trabaja a destajo y los pepitos llegan relativamente tempranos, apenas tenemos tiempo para relatarnos las peripecias de nuestro encuentro: que si aquel fin de semana tenía una fiesta familiar y le era imposible ir a Estambul, no podía faltar hoy domingo a una comida de aniversario; que mientras me escribía el otro día y luego de ver mi fotografía no pudo por menos decidir sobre la marcha encontrarnos hoy aunque fuera en Madrid por unas horas, al fin al cabo “me lo había ganado” con mi insistencia y mis hermosas cartas ––me confiesa que se “pierde” por las palabras de quien no sólo sabe expresar sus sentimientos poéticamente sino además lo hace con la rara habilidad de parecer que las dice al oído, que por eso me preguntaba cómo sabía mi voz… que intuía que yo trabajaba en asuntos relacionados con el arte, ella también se siente muy próxima a este mundo ––a nadie que no tenga una sensibilidad artística se le ocurre llamar a su perro “Paul Klee”, por ejemplo, me dice sonriendo como cuando la vi por primera vez en la TV… También me comenta que tenemos amigos comunes, que cuando leyó mi nombre recordó cosas que le habían contado de mí unos buenos amigos “artistas”, sin más detalles por ahora, y que entonces había ojeado y leído por encima mi libro sobre Marina Abramovic a la que admiraba como mujer y artista, etc…

Embobado, escucho a Saskia a un palmo y medio, mirándole a los ojos, a los labios, qué pestañeo. Apenas acierto a decirle que este encuentro es un milagro, por lo menos, dadas las circunstancias de nuestro punto de partida televisivo, que fue una extrema casualidad (por no decir un maravilloso regalo del Destino y se asuste) que me despertara aquella madrugada con la televisión encendida precisamente en ese canal y en el programa de Sánchez Dragó que no veía nunca por diversos motivos ––no le dije por cautela que es un personaje que detesto tanto por su literatura como por su carácter exhibicionista y egocéntrico, aunque comparto su pasión por la lectura y devoción por los libros… También le dije que por sus cartas “intuia” que nos veríamos “antes” que en verano en Mallorca…

Los pepitos nos ahorraron muchas palabras innecesarias ––cuántas palabras podemos ahorrarnos con sólo tener la boca ocupada, ¿no?, con un pepito de ternera, por ejemplo, o un beso… Cenamos en un pis pas y nos pedimos otro par de cañas. Percibía vagamente que sucedían muchas cosas a nuestro alrededor pero estaba en mi gloria particular con Saskia, tenía ojos sólo para ella, el único espectáculo que me interesaba era disfrutar para mí solo la dulzura de sus miradas, la acidulada frescura de su sonrisa, sus palabras en sonido estereofónico, las sutiles caricias que nos regalábamos al coger a la vez el mismo tenedor, al retirar levemente la fuente de la ensalada, el erotismo de cruzar y descruzar nuestras piernas rozándonos ligeramente y con tal pretexto pedirnos perdón de inmediato mientras yo posaba con ingenua confianza mi mano en su muslo y ella en mi rodilla… Esta segunda caña la consumimos mucho más despacio contándonos anécdotas de Mallorca, de Japón, de Estambul; como para comprobar en qué cosas coincidíamos, qué paisajes nos conmovían del mismo modo, como compartíamos nuestras risas, si eran corales o desacompasadas; en suma, conocer y experimentar nuestros respectivos sentidos del humor ––qué importante es el humor en el amor, y no digo si nos divierten las mismas tonterías o nos hacen reír las mismas palabras o compartimos el inmenso placer de inventarlas a medias y reírlas duplicadas… Creo que ambos pasamos esta primera prueba con un notable muy alto: fuimos naturales hasta casi el nudismo, nos dábamos la palabra y nos interrumpíamos lo justo, como bailando, cambiando el paso a nuestra medida, a nuestro ritmo, aprendiéndonos sin prisas, pero también ambiciosos, ensayando de vez en cuando alguna figura extravagante, alguna palabra altisonante… En eso estábamos cuando me dijo que estaba casada hacía siete años y su marido se llamaba Rodrigo.

Pedimos la tercera caña, ahora para pasar el bocado nada fácil de contarnos lo suficiente de nuestras respectivas vidas sentimentales. Es mejor decir estas cosas de una vez que no ir dejándolas para más adelante, no vaya a ser que más adelante nos dé vértigo y tengamos que utilizar el socorrido paracaídas de las medias verdades o la indeseable tabla de salvación de las mentiras de conveniencia. Saskia estaba casada y yo divorciado apenas hacía un año, aunque separado bastante más. Yo tenía un hijo, Andros, de casi veinte años, que estudiaba y vivía el Londres. Saskia había querido tener hijos hace tiempo pero ahora ––entonces–– no se sentía con fuerza ni motivación para intentarlo de nuevo. Su padre vivía, recién le había ayudado en una mudanza que intuía por sus comentarios traumática; su madre había fallecido cuando tenía dieciséis años. Mis padres habían muerto: mi madre cuando yo todavía era niño, no la recuerdo; y mi padre hacía tres, de un infarto en pleno sueño, como hemos deseado todos alguna vez… Saskia tenía un hermano menor, Rafael, con el que no se llevaba ni bien ni mal; a lo mejor nos lo encontramos esta noche, ésta es su zona, me dijo, insinuando que era gay con fina ironía… Yo no tengo hermanos ni hermanastros, sólo primos y amigos ––y amantes y ex amantes, pero no se lo dije entonces porque era innecesario y además una estúpida coquetería de la que por cierto no me sentía especialmente orgulloso hacía un tiempo…

Pasaba la una de la madrugada cuando dimos por terminadas las cervezas y la primera sesión de confidencias protocolarias. No sé cómo expresar la volatilidad de aquellas dos horas durante las que apenas dejamos de acariciarnos en y con nuestras manos, caricias-poema, arabescos táctiles sin repetir ni una sola vez sus trayectos, sus figuras, sus demoras ––qué arte el de nuestros dedos tejedores, la de maravillas que dibujaron y tramaron aquella noche de julio. Me dejé llevar por Saskia fuera de Chueca, ella era mi anfitriona. Nos habíamos encontrado esa noche por su voluntad, a ella le correspondía pues oficiar la ceremonia de la primera noche, dictar su encantamiento, hacerlo a su manera. Salimos por Gravina y cruzamos Hortaleza de camino a Fuencarral y Malasaña. Ni un mal paso, ni un tropiezo, paseábamos acompasados; nos hacíamos gracias y reíamos como colegiales, qué adolescentes pensaría alguno. Sólo recuerdo de aquel camino que andamos y desandamos algún tramo, como si hubiera perdido la orientación ––me daba igual, hacía rato que mi brújula estaba permanentemente imantada a su cuello y no me importaban otros puntos cardinales que no fueran los que delimitaban precisamente su rostro. Saskia era muy guapa; me parecía un sueño pasear de madrugada por Madrid de la mano de Brooke Shields.

Por fin encontramos el sitio que buscaba; cómo no, puro ambiente chill out. Sofisticada decoración hindú a base de telas y más telas: coloridos brocados bordados en oro, transparentes sedas multicolores cayendo naturales desde el cielo raso por las paredes, espejos de latón, ghanesas, shivas, saktis por todos lados, grandes divanes, docenas de cojines de todos los tamaños y formatos, rosas, celestes, azafranes… luces indirectas, tenues, cálidas… música house, fusiones… olor a sándalo, a patchouli, palo de rosa, … pétalos de flores esparcidos sobre las mesas bajas… Y afortunadamente sólo un par de parejas en todo el local, abstraídos en lo suyo, entusiasmados en su particular ensimismamiento, y una camarera-sacerdotisa de vientre desnudo tan sensual y hermosa como una estrella de película de Bollywood; vamos, un templo para los amadores del tantra y devotos del kitsch oriental. Aunque parezca más que curioso nunca supe el nombre de aquel lugar ni volvimos allí nunca más. Fue nuestro limbo particular antes de entrar al paraíso, es suficiente. El umbral del umbral…

Recostados hombro con hombro, celosos de nuestra manos y sus familiaridades, cada vez más largos en nuestro diwan, ajenos a nuestro derredor, nos fuimos regalando otras confidencias el resto de la noche hasta que cerraron. Que si ella trabajaba a temporadas en un “chollo” que había inventado: diseñar regalos de navidad especiales para empresas o para gente caprichosa; ediciones exclusivas de sus haikus caligrafiados, encuadernaciones exquisitas de libros en blanco en papel de Amalfi, grabados minúsculos en el interior de marcos excesivos de maderas orientales, calendarios y agendas con santorales conmemorativos sólo de artistas y poetas, acuarelas monocromas ceñidas por cintas de seda de Tailandia, delicatessen visuales como ésas. Aprovechaba las amistades de su padre y se servía de las habilidades de Rodrigo, su marido. Rodrigo Martínez de Cordova había sido un artista con cierto nombre en la movida madrileña a principios de los ochenta. Luego había desaparecido como tantos otros. Entonces montó un taller de grabado y litografías, trabajaba editando obras de otros artistas, él apenas hacía ilustraciones originales, publicaba de vez en cuando sus dibujos en alguna revista de moda. Se conocieron en el 96. Ella quería salir definitivamente de una historia que le había hecho mucho daño. Rodrigo estaba convaleciente de un divorcio traumático. Se encontraron por necesidad, les fue bien durante un tiempo: viajaron juntos, compartían aficiones, semejantes tropismos por el arte, aunque Saskia fuera una amateur y Rodrigo un profesional venido a menos… Me confesó que todo empezó a venirse abajo cuando sintió la ineludible llamada de la naturaleza a ser madre… Sucedieron muchas cosas que algún día me contará, me dice mirándome a los ojos a menos de un palmo de distancia ya como implorando que tengamos futuro, por favor. Quiere mucho a Rodrigo, a su manera. No ha pensado separarse de él, aunque tampoco le gustaría vivir siempre juntos del modo que lo han hecho los últimos meses. Terminar su novela fue una especie de sacrificio dedicado a un futuro mejor, al menos diferente. Mantienen un pacto de libertad “bajo fianza” que no les va mal. Rodrigo está volcado en su trabajo, en sus ediciones para una compañía de inversiones en el mundo del arte bastante conocida ––que por cierto a mí me da mucho que pensar, recelo de su excesivo “amor al arte” hace tiempo–– y también ayudando a Saskia en su negocio a tiempo parcial. Saskia dice que está aprendiendo a vivir ligera, sin demasiado peso a la espalda, a vivir día a día desembarazada de ligaduras e impedimentas. Dedica su tiempo libre, que es relativamente mucho, a imaginar otros proyectos creativos personales fuera del mundo del grabado y los regalos “especiales”: video performances poéticas, simbolistas, acciones “terapéuticas” en la calle, anónimas, graffiti-haiku en muros cualquiera, en cualquier parte… La dejo hablar sin meter baza voluntariamente, quiero aprenderla, saber de ella; de mí estoy harto de leerme y escribirme, de hablar y escucharme a todas horas.
––¿Qué fuiste hacer a Japón, a Estambul? Espero que no sea un secreto profesional… ––me pregunta a bocajarro.
––No sé si sabes que hace años trabajo con Yoko Ono, produzco muchas de sus exposiciones. Hemos hecho más de una docena juntos, creo… Hace un par de años la Japan Society de New York organizó una gran exposición antológica de toda su obra, desde la conceptual y fluxus de los años 60' hasta ahora. Ha estado itinerando desde entonces por museos americanos. El año próximo se presentará en Japón y Yoko ha querido que fuera a ver el espacio del nuevo museo de arte contemporáneo en Tokio para empezar a pensar en su instalación allí… Y a Estambul porque me han invitado los organizadores de su Bienal; quieren que colabore en una de sus secciones pero no hemos llegado a ningún acuerdo. Pagan poco y exigen mucho. Este año es imposible, estoy cargado de exposiciones ajenas a Yoko. Llevo entre manos cinco que deben itinerar todavía: una en Moscú, que presentaré luego en Praga o Karlovy Vary y Barcelona; una muy grande sobre arte español que ha estado en Berlín y en octubre inauguraré en New York; otra sobre las tauromaquias de Picasso que después de Milán itinerará por Italia… y algunas más menores que también he de ocuparme de ellas aunque no me exijan tanto. Ah, y un proyecto con Rebecca Horn que no sé si saldrá…
––Te envidio, Pablo… Tus viajes a cualquier parte con el arte. Eso sí que es verdadero arte de vivir, una vida creativa… Me gustan tus mujeres artistas, Yoko, Marina, Rebecca… son fuertes. ¿Cómo lo haces? ¿Las enamoras con tus palabras también en serbocroata, inglés, alemán, japonés? ––me dice chispeante y pícara.
––Nooooo… ––río abiertamente. Ellas me enamoran con sus obras y su imaginación, yo soy su chevalier servant
––Pues ojalá te enamores de mis cosas como yo de tus palabras… Sólo deseo que alguna vez en un futuro próximo me presentes como haces con ellas, me escribas palabras que me pertenezcan sólo a mí…
––Así sea, así será… inch’Allah… ––y con estas palabras mágicas abolimos la distancia de menos de un palmo que separaba nuestros labios. Un beso largo y sutil, de labios apenas rozándose, dándose tiempo para rezumar sabrosos, de humedades que manan poco a poco, las lenguas desperezándose primero perezosas, luego curiosas, al final caníbales, entrometiéndose por todos los vacíos que encontraban a su alrededor una vez superada la barrera marfil de los dientes, sus ferocidades… Al igual que nuestras pieles, nuestras salivas tenían la misma temperatura, y sabían a mandarina. ¡Qué milagro! Un largo beso, el primero, sellando nuestro compromiso con el arte de amar, por amor al amor, por amor al arte…
––¿Te vas a dejar enamorar? ––le pregunté provocador una vez recuperamos nuestra distancia más larga…
––¿Acaso me preguntaste antes de comenzar a hacerlo? ––me contestó retadora… Tú haz bien tu trabajo que yo haré el mío. Es una cuestión de confianza, mon amour
––Pues entonces juguemos con confianza… Play it by trust

Y unos minutos después estábamos en la calle abrazados por la cintura sin cuidado, desandando el camino hasta el parking donde había dejado su coche. Nos prometimos encontrarnos en Mallorca a finales de agosto. Saskia tiene una amiga, Bettina, ––fotografa, que conozco bien–– y se alojarà en su casa cerca de Deià, frente a Llucal.lcari. Ha posado para Bettina alguna vez, para sus albumes más sensuales, también en su serie de mujeres crucificadas, aunque la suya no ha sido editada finalmente. Mientras tanto nos escribiremos, nos hablaremos por teléfono, como casi todos los enamorados exiliados de sus cuerpos alguna vez. Cuarenta y cinco días son una nadería, nos convencemos sin mucho esfuerzo. Desde el umbral toda distancia y todo tiempo son insignificantes… Una prueba más: la ausencia de nuestros labios y nuestras manos, y ya…

Recuerdo que Petter el Araña dice en su autobiografía: “Cuanto más tienen que decirse dos personas, más despacio andan”… Tanto teníamos que decirnos que ni siquiera empleábamos las palabras, las voces. Todo nos lo decíamos digitándonos caricias… inmóviles. Llegamos lentamente por fin a nuestro destino aquella noche. No sé a qué hora de la madrugada nos despedimos abrazados. No nos dimos un beso, por supuesto… Hubiera sido imposible superar el primero; a ambos nos gustaba el regusto de nuestros besos.
––Bona nit, Saskia…
––Bon dia, Pau…
––Te inventaré en Venecia…
––Te esperaré mientras tanto, mi Odiseo…


Son más de las siete en Essaouira. Anocheció hace más de una hora sin darme cuenta. Vuelvo a la realidad de la noche en Dar Hadaya Ilahe tras mi viaje astral de ida y vuelta a los archivos Akhasa en donde guardamos como intactos nuestros recuerdos más preciosos. Leeré a Petter el Araña una vez más, transferiré sus palabras a mi cuaderno y de allí, reelaborados, transformados con mis acentos, los pasaré como nuevos a mi novela… Ya ves, sigo al pie de la letra tu consejo, tus acciones: “Desembalé el ordenador portátil, me senté junto al escritorio y me puse a escribir la historia de mi vida”… ¿Qué sucederá mañana?

Mañana… Primero tengo que ver a Hassan. Espero que me perdone no haber acudido a la cita que nos preparó Aziz... Mañana es Navidad. Paz a los hombres de buena voluntad… Qué solo me he quedado, Dios…

Foto: Desierto de Essaouira

67 comentarios:

Josie dijo...

La verdad es que no sé que puedo decir... necesitaré tiempo para pensar, meditar y reflexionar sobre todo lo leído...
Sólo te adelanto que a mi también me has "enamorado" con tus palabras!!!

Inch'Allah!!!

aus dijo...

es curioso como unos oídos ajenos a nuestra vida son mejores escuchas para nosotros...

besos

Maribella dijo...

Desde La Mirada fieles a nuestra cita una vez más quedamos satisfechas de este nuevo encuentro que nos desvela sensaciones, olores, soledad y todas las demas imperfecciones de nuestro maravilloso ser. Te esperamos, queremos más.
UN BESO DE LAS MARIPOSAS.

Azul Purpura dijo...

Sigo enganchada! debido a mis puñeteras obligaciones, leo tu novela a tramos, quedandome cada vez mas intrigada, y corriendo aquí a seguir leyendo.

un saludo..... volveré en cuánto termine

Anónimo dijo...

De vuelta de Roma,he pasado a leerte.De nuevo volveré para seguir enfrascándome entre tus palabras.
Bona nit Pau

Martine dijo...

Emocionante este encuentro con Saskia... Y la complicidad llena de comprensión de Aïcha... A la espera del próximo capítulo... Pero no lo demores tanto... Porfa!

Un beso Pau.

Azul Purpura dijo...

Muy tierno el corto ratito que duró las confidencias entre Aicha y Pablo, para luego volver al tratamiento habitual, muy curioso.

El primer encuentro entre los dos, muy natural y emocionante, repleto de sentimientos.

No tardes mucho en publicar el próximo capítulo, porfa!
En unos dias viajo a mi pueblo y vuelvo en una semana. Estaré sin pc alli.

un saludo !

Silvia_D dijo...

Qué bien relatas, parece todo tan real, esos diálogos tan genialmente trabados, casi se sienten las miradas de complicidad...

Hermosa relación la que relatas, niño.

Estoy deseando leer el siguiente capítulo.

Besos, sr. escritor :)

Anónimo dijo...

Tengo una sensación un poco rara después de este capítulo. Me ha gustado mucho, sobre todo la reflexión sobre el determinismo, el azar, el destino, etc.....sin embargo, yo no acabo de cogerle el punto a esta chica, hay algo inquietante en ella que me hace temer por lo que pueda pasar...............en ¡¡¡¡la próxima entrega¡¡¡¡(rápida ¿no?). En serio, creo que Pau Bondia va a sufrir mucho y que ella lo sabe. No me da muy buena onda de momento. Pero la historia Sí¡¡
Animo y un abrazo.

Anónimo dijo...

besos desde el más acá, saskia...

antonia maxwell dijo...

También te sigo, a tramos pero te sigo. Veo que vienes cuando quieres que me acuerde. Ultimamente has conseguido a más que suficientes,veo.

Un abrazo con aroma a caminos recorridos.

mas de mi que de... lirio dijo...

Que raro yo, siempre corriendo atrás con la lengua afuera pero de esta vez tengo una buena excusa, una piedrita me ha dejado fuera de combate una temporada asi que poco a poco me pondré al día.
Desde mi alma te dejo mis besos y el deseo de mucho que es lo que siento que mereces…
Disfruta hoy y siempre…
Besos desde mi alma
Siempre tu De…lirio

Anónimo dijo...

"tantos tiempos, tantos mundos, tanta historia... y conindicir"... ufff!... cuánta magia cuando se va al encuentro del ser amado... más cuando al encuentro lo preceden eventos impensables, casi imposibles... un acertijo, una botella al mar... quizá por eso las relaciones con un principio mágico nos marcan más que otras, pues su condición "azarosa" nos exige mantenernos siempre al límite para no perdernos...

..ummm, un bello capítulo introspecsivo...


...Besos desde la bóveda estrellada de un desierto mágico... como los encuentros...

Josie dijo...

Liberto, el otro día comentando "tu libro" con otra de tus lectoras, gran amiga mía, y enamorada de Essaouira, (por cierto... le tengo que dar un "toquecillo"!!! pues veo que no ha dejado ningún comentario y eso "demora" las cosas ...)a lo que iba, llegamos a preguntarnos... de todo lo que hemos leído, qué es ficción y qué es real??? qué parte ha vivido Pau Bondia y qué parte Liberto Brau???

Marina Culubret Alsina dijo...

Compartir dolores, anteponer la persona a la creencia, agrios y dulces recuerdos, aguas que arden.

Aigües del passat que revenen, presents que van polint-se. Tot al mateix riu de l'ara.

p.d : me gusta el personaje de Aïcha.


un bes,

Liberto Brau dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Liberto Brau dijo...

Queridos... os escribo ya desde la Península... estoy en la Sierra de Cádiz, a lo lejos veo el Peñón de Gibraltar... detrás la Sierra Bermeja... abajo un mar de alcornocales, quejíos, acebuches y encinas... El 24 llegaré a Sevilla y de allí a Mallorca... Pasaré las navidades en la isla... Entonces iré de visita por vuestras casas de letras a desearos un feliz año nuevo 2009. Mientras tanto os envío un tierno abrazo de casi Navidad...

Ah... se me olvidaba... el próximo capítulo trae una gran sorpresa... Besos... Ya sólo faltan 35 comentarios, casi nada...

Hada Isol ♥ dijo...

Disfruto mucho leerte!
A TODOS MIS AMIGOS DE BLOG LES DESEO QUE PASEN UNA NAVIDAD MUY DULCE,EN COMPANIA DE SUS SERES QUERIDOS,QUE TODAS LAS BENDICIONES SEAN PARA USTEDES.
QUE 2009 SEA UN BUEN AÑO,DONDE NO LES FALTE EL AMOR,LA PAZ,LAS DICHAS,EL TRABAJO,LA SALUD,LA FAMILIA,DONDE AQUELLOS QUE HOY ESTAN TRISTES ENCUENTREN MUCHAS ALEGRIAS QUE SUAVICEN SUS PENAS Y LO QUE TERMINEN ESTE AÑO FELICES ,LO SEAN AUN MAS .
Y QUE EN EL AÑO NUEVO NUESTRA AMISTAD SIGA CRECIENDO,AMIGOS MIOS HICIMOS QUE EL MUNDO SEA UN PAÑUELO,Y ESTO ES MARAVILLOSO!!!!!!!
HOY LES ENVÍO UN ABRAZO CON INMENSO CARIÑO,ESTAN EN MI CORAZON,GRACIAS PORQUE SON BUENOS AMIGOS.

QUE LO MEJOR SEA EN SUS VIDAS,SIEMPRE!

FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO!

ISABEL

Josie dijo...

Liberto, que digo yo… de camino a Mallorca… si pasas por Barcelona… esto… que sepas que en mi casa te dejo una copita de cava, unos turrones y unos polvorones!!!
Y tú… pues como aquel que no quiere la cosa… podrías dejarme el nuevo capítulo!!!
Venga hombre!!! Que es Navidad!!! y me tienes “intrigá”!!! :-)
Te deseo una Feliz Navidad “dulce” Navidad y fiestas varias que la componen!!!
Bsts

marichuy dijo...

Liberto

Querido, recibe recuerdos y abrazos desde México.

Un beso

Recomenzar dijo...

Excelente escrito
besos con champagne

Liberto Brau dijo...

Queridos/as... que seáis felices... ¿qué más puedo desearos?

Desde la isla grande, es decir Mallorca... besos y abrazos a granel (pero con un detalle especial para cada uno/a)...

Aprenderé a aprender...

Liberto-Pau_Pablo

Adolfo Garrido Abos dijo...

FELIZ NAVIDAD.

Purpurina dijo...

¡Ohhhhh!Chicos, estaba casi segura, pero me he equivocado

¿Cómo se ha portado Papá Noel con vosotros?

A mi no me ha traido lo que le pedí.. y de eso tienes tu mucha culpa Libertito

Ya podías marcarte un bonito detalle y regalarnos el quinto capítulo por Navidad. Estoy segura de que a todos nos haría muy felices.

Besos y cariños

Liberto Brau dijo...

Gracias por venir y regalarme tus besos y cariños... En eso estoy... en regalaros algo esta Navidad... Antes de final de año, seguro... Estoy recién llegado. Un poquito de paciencia, por favor...
Hasta luego... sigo...

lapaupachica dijo...

besitos

Silvia_D dijo...

Pau, ahora que te tengo tan cerquita, te beso y deseo felices días, niño.

Silvia_D dijo...

Un regalo?? estoy impaciente por saber se qué se trata!! no tardes en mostrarlo!!

Más besos y un achuchón ;))

HumP dijo...

Hace mas de un mes que yo tampoco pasaba por tu casa , asi que llevo unos cuantos capitulos de retraso, espero ponerme al dia con tu relato muy pronto,pero lo mio era por trabajo, menos emocionante que lo tuyo, por supuesto.

brindo contigo de corazon en estas fechas en que todos queremos y deseamos ser un poco mejores.

Un fuerte abrazo amigo
Hump

Emile dijo...

No creas que ya no te leo, pero tus entradas largas me matan y termino partiendo los capítulos en dos o tres días... y se me había atrasado el anterior, así que aún estoy con este.
Poco a poco voy entendiendo para qué lado va la cosa, y se vuelve cada vez más inquietante.

Listo, cumplí. Ahora que cumpla el Autor =D

Saludos y Felices Fiestas.

oceania dijo...

Sigo con mucho interes lo que dices aqui, a pesar de que no leo todo de una vez. vengo varias veces a tu blog para leer poco a poco lo que escribes.
Felices Fiestas!
un abrazo

Anónimo dijo...

Bueno, después de tanto marisco, vino, cava, turrón y excesos… no nos vendría nada mal un poco de relax, de descanso, de lectura en plan tirado en el sofá o en la cama, pero Liberto, y encima, con sor-presa (¡¡¡¡¡una monja en la cárcel¡¡¡) nos merecemos ese pequeño, o gran (según la extensión del capítulo), regalito de navidad.
Me encanta la novela y me gustaría aprovechar estos días que tengo algún ratito más libre.
Un saludo y feliz año nuevo a todos y a todas.
María

María dijo...

Vengo a desearte unos felices días y a agradecerte hayas pasado por mi blog porque no recordaba el tuyo para lo cual, lo dejo enlazado en mi lista de blogs para no perderte entre tantos.

Sigo con interés tus relatos, escribes muy bien y merecen ser leídos por muchas personas.

un beso.

elsa dijo...

interesantes confidencias de Saskia y Pablo.
feliz 2009!
un atento saludo.

MRB dijo...

Me ha dado mucho gusto que vuelvas por estos espacios, en realidad, ya se te extrañaba.

Veo que vienes con más inspiraciones, te felicito por tu forma de escribir y de expresarte, es realmente un don que no cualquiera posee.

Aprovecho para desearte todo lo bueno que te puede aportar el 2009 y mucho cariño para tí,

Shanty

Silvia_D dijo...

Tu regalo, tus cariñosas palabras, llegan a mi corazón, querido vecinito, gracias por hacerte tan cercano, en tiempo y espacio.

Muchos besos y un bocao :)

Gatadeangora dijo...

Esto se pone cada vez mas interesante.
Gracias por compartirlo con todos nosotros.
El anterior post casi me lo pierdo,y no me lo perdonaria, pues es delicioso, con tantos mensajes,y por fin el encuentro.
Estoy impaciente por seguir leyendo...
Te deseo unas muy felices fiestas, y que el año nuevo te traiga todo lo que desees y sueñes.
Muchos besos y se feliz

Silvia_D dijo...

Ayer estuve en Sóller y el Puig Mayor, jugando en la nieve... no te vi... :)

Besos con nubes grises en nuestro cielo :)

Polvorilla dijo...

Tras la Navidad, regreso a leer tus entregas, son muy interesantes, tanto los personajes como la definición de ellos, espero tu nueva entrega para no perder el hilo.

Un abrazo.

Josie dijo...

Quiero desear a tod@s l@s lector@s, que al igual que yo, desde hace meses vemos como ahora amanece en color púrpura una feliz entrada de año... y todo sea dicho de paso... sumar un comentario!!! :-P

Liberto,Pau, Pablo...
Gracias... gracias... gracias!!!

Unknown dijo...

He tardado dos días en leer este capítulo en papel pero merece la pena. Cada vez se pone más interesante. Pero cómo no escribe la gente una palabra al menos para que Liberto siga publicando. Por ejemplo "felicidades" o "sigue". Espero que nos regales el próximo capítulo antes de Reyes. Felicidades, Liberto. Sigue.

CUCALELLA dijo...

Desde el frío de mi invierno sigo leyendo tus palabras que son como llamas de fuego, ellas tienen el poder de conseguir calentar mis ojos, manos y pies de hielo. Un besito, mi querido Liberto. Te sigo leyendo...

Anónimo dijo...

Ayer vine por primera vez a tu blog. Me quedé enganchada desde el segundo capítulo y no he parado hasta acabar todo lo que has escrito. ufff...... la de cosas que me haces pensar e imaginar. ¿Puede la ficción ser tan real? Aquí tienes mi voto para que sigas.
Edurne.

Anónimo dijo...

Por referencia de una amiga de corazón muy grande estoy aquí, intentando ponerme al día.
Me queda mucho por leer aún.
Feliz Año para todos!

ESTUDIOS PURPURA dijo...

Ya te he alcanzado.
Estas Navidades he conseguido acabar todo lo que tenía pendiente de leer.
Espero tus siguientes capítulos, que dices ya tienes preparados.
FELIZ AÑO NUEVO.

ESTUDIOS PURPURA dijo...

Me escribes en estudiospurpura.blogspot.com
que te han gustado mis fotos de cometas de octubre 2008.
No se si has visto las del año 2007 y los vídeos. Esas te gustarán más.
Búscalas en tema COMETAS y podrás ver más y mejores.
FELIZ AÑO 2009 para toda la comunidad de tus lectores.

Adolfo Garrido Abos dijo...

Veo que ahora se publican los comentarios sin censura previa, por lo que salen al momento.
Estoy esperando que publiques los siguientes capítulos de tu novela.
FELIZ 2009 A TODOS.

Anónimo dijo...

mmmmmmmm mientras leo el Amenece Púrpura, siento el olor de la harira, deliciosa, con las especies que hacen que este sea un pais tan especial: curcuma, clavo, curry, azafrán... allí me transportas con tus palabras...

Silvia_D dijo...

Te dejo los últimos besos... de este año, claro jajajajaja

Feliz noche y feliz todo, brindaré por ti, niño

Ginebra dijo...

Aïcha debe ser una mujer muy especial, se nota que hay una gran complicidad entre ambos. Nos trasladas a Marruecos con tus escritos. Feliz Año y que sigas inspirado e inspirándonos. Besos

Liberto Brau dijo...

Os deseo un feliz año 2009: que se cumpla al menos vuestro deseo más intenso, ése que sentís con el vientre... A cada uno/a de los/as lectores/as que fueron son y serán de AMANECE PÚRPURA os estrecho con mi más cálido abrazo, os acuno con mi agradecimiento paternal, os beso como vuestro amante más leal...

Gracias Gracias Gracias...

En cuanto al nuevo capítulo, todavía faltan algunos "impuestos de palabras" por cobrar, entendedme... Descontando algunos comentarios de lectores entusiastas que han dejado más de uno, y los míos propios, y añadiendo los 4 que he recibido en mi correo personal, todavía faltan 12 lectores por dejar su comentario o al menos una palabra que salga de su corazón de lector... Espero que esto sea antes de Reyes, por favor.

Os quiero...

Liberto-Pau_Pablo

marichuy dijo...

Mon cher Liberto

Bonne et heureuse année 2009 ¡!

LaClau dijo...

Liberto,
La trama se va complicando y la estructura de los personajes más indescifrable. ¿en qué parará todo esto? ¿Acaso ya lo sabes o ellos están empezando a jugar contigo?
Un abrazo,

Anónimo dijo...

Bonany Pau!!!!
espero que la teva enriquidora historia m'acompanyi tot aquest any 2009!!!!
i despres visitarem Essaaouira maravellosa!!!!
Bon Anys seguidors!!!

ESTUDIOS PURPURA dijo...

Veo que te has tomado las vacaciones de Navidad a pecho.
No has vuelto a publicar nada desde el dia 12 y nos tienes en un sin vivir.
Ahora te leo que faltan 12 comentarios para cumplir con tu norma para seguir publicando.
Ya faltan 4 menos.
FELIZ 2009.

Anónimo dijo...

Me gustò mucho el diàlogo entre Aicha y Pablo con tanta ternura.
Realmente la prosa es maravillosa.

¡Muchas felicidades querido amigo!

Anónimo dijo...

más más

Anónimo dijo...

HEY LIBERTO¡!
ESTO ENGANCHA¡!
DEBERIAS DEJARLE TU UN KOMENT A LA JOSIE POR HABERTE DEDIKADO UN POST¡!

aracely dijo...

Eres magnífico.Realmente no es solamente la trama lo que hace que lea tu novela...es tu manera de narrar lo que me engancha mucho más.Un beso Aracely

Adolfo Garrido Abos dijo...

Veo que has puesto el contador de visitas a la vista. Mejor así.
No se tu experiencia en el manejo de blogs, pero si tienes alguna duda, o ves algo en los míos que te gustaría añadir en el tuyo, entra en consejospurpura.blogspot.com
(como de la familia) y buscalo.
Si no lo encuentras, me preguntas e intento ponerlo en ese blog.
Seguimos esperando tu siguiente capítulo.

BEATRIZ dijo...

...es un viaje pasar por este amanecer purpura, trato de leer todo pero tengo la vista cansada, he leido bastante las ultimas noches, quedo pendiente en regresar a terminar, ya que este capitulo transmite las fragancias del lugar.

saludos

Adolfo Garrido Abos dijo...

Si no he contado mal, ya hago el 11 comentario de los 12 que faltaban, o sea que solo falta 1 para cumplir tus normas.
Si es necesario, vuelvo con otra felicitación del 2009 para llegar a los 12.
Publica ya el siguiente capítulo, que estamos esperándolo.

Anónimo dijo...

Viendo que sólo falta un comentario no puedo dejar de manifestar mis ganas de ssguir leyendo esta novela. Espero continuar sabiendo más de esta bonita historia.

tequila dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Steki dijo...

Hola Liberto!
He venido sólo a decirte que me mató el comentario que dejaste en lo de Mucha. Qué cosa más linda!
Ya pasaré con más tiempo a leerte pues estoy trabajando y qué más quisiera que no leer las noticias del mundo en este periódico en el que trabajo y ponerme a leer tu historia. Pero bueno, ésta es mi realidad ahora, jaja.
Un fuerte abrazo para ti.
Adeu.
Petons, STEKI.

ESTUDIOS PURPURA dijo...

Lo siento, pero todavía no he sacado tiempo para acabar este capítulo.
Y como veo que no publicas el siguiente, que no sea por falta de otro comentario.
Continúa.

ev dijo...

Te amaneció...
quedaste atrapado en su luz albaricoque
espero regreses invisible a mí, todas las veces

Hola hola
Por si revisas por aquí:
Vengo a invitarte a mi nuevo espacio:
http://ev-labiosverdes.blogspot.com/
Agoté capacidad con "Aposentos Negros", este será similar.
Un beso